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Ruth Handler fue una de las fundadoras del fabricante estadounidense de juguetes Mattel. Durante un viaje a Europa, su hija Barbara se enamoró de la muñeca alemana "Lilly". Lilly se basaba en la tira cómica "Bild Lilly" del matutino alemán Bild Zeitung, creada por Reinhard Beuthien. A principios de la década de 1950, el celuloide fue sustituido por nuevos materiales plásticos y se fabricó una muñeca de la tira cómica con este nuevo material. Sin embargo, dado que el público objetivo de la tira cómica era un público masculino "maduro", la versión de muñeca de Bild Lilly nunca tuvo éxito.

En cambio, Lilly se popularizó inesperadamente entre un público más joven con marcos de referencia completamente diferentes. Ruth Handler vio una oportunidad de negocio y adquirió los derechos. De vuelta en Estados Unidos, adaptó Lilly a un público estadounidense más joven, y así nació la muñeca de plástico más famosa de nuestro tiempo: Barbie. En 1963, Barbie llegó a Suecia por primera vez y fue un gran éxito. Aparte de los conocidos fabricantes de porcelana Rörstrand y Gustafsberg, que han tenido cabezas de muñeca en su catálogo desde finales del siglo XIX, Suecia nunca ha tenido una producción propia importante de muñecas. Durante la Segunda Guerra Mundial, la fundición de estaño Mars produjo algunas muñecas de celuloide, y en la década de 1950, Magda Boalt fabricó muñecas de tela que recuerdan a las de Käthe Kruse. Las muñecas de Boalt están hechas de tela moldeada con caras pintadas y cuerpos rellenos. Cada muñeca tarda unos tres meses en fabricarse. Son caras y difíciles de conseguir, ya que la demanda siempre supera la oferta.